Biografía

Los sujetos más poderosos del mundo anunciaban legislaciones para regular la clonación. Los interrogantes se me presentaban teñidos de algo que a posteriori sería otro de mis intereses: la Geopolítica y sus implicancias en la Ciencia y la Tecnología –y viceversa–.  Claro que, estando en séptimo grado, estos conceptos no estaban racionalmente delineados, pero ya sentía fascinación cuando algunos de los líderes más influyentes del orbe realizaban anuncios tecnológicos como demostración de poder, indicando: “fuimos nosotros”.

Algunos años después tuve que decidir qué estudiar, y opté por Biología en la Universidad de Buenos Aires. Había una predisposición, basada en la historia personal y cierta facilidad para las Ciencias Duras. Al terminar la carrera, siendo biólogo molecular, con bastante experiencia en el área –había trabajado en varios laboratorios, una tesis de licenciatura, un viaje de trabajo a la Universidad de Pennsylvania, docencia– empecé un doctorado en biomedicina en el IBYME – Instituto de Biología y Medicina Experimental–. Hasta ese momento, realizaba el itinerario preestablecido para cualquier estudiante de ciencias…quizás por eso, nuevamente, algunas disyuntivas empezaron a circular por mi cabeza: ¿Cuál es el impacto real de lo que hago? ¿Estoy/estamos generando conocimiento útil que le sirva a alguien? Asimilar el discurso cientificista de la “ciencia para el bien de la humanidad”  fue imposible. Ese receptor era ¿el sector privado? ¿las empresas de Argentina? ¿Cuáles? Había un punto aglutinante: ¿por qué si generamos conocimiento útil de calidad no hay compañías locales que puedan apropiarse del mismo?

Terminé el doctorado y con el bagaje de dilemas al hombro inicié un posdoctorado en Ciencias Sociales en la UNSAM, con la idea de saldar algunas de las dudas, pero conservando y hasta utilizando las herramientas técnicas de mis primeros años de formación. Fueron tiempos de mucho aprendizaje teórico, pero en lo fundamental, de contacto con los distintos actores del sector biofarmacéutico, y de la ciencia básica. Dirigentes y empleados de laboratorios públicos, dirigentes empresariales, de medianas empresas y de pequeñas compañías; científicos básicos –y no tanto– que estaban embebidos en ese entramado de instituciones regulatorias, universidades, pequeñas firmas y referentes políticos. Atravesando ese ecosistema llegué a ser asesor en un Ministerio Nacional, Investigador de CONICET y profesor adjunto de la Universidad Nac. De José C. Paz.

Luego de años de trabajo, reuniones, lectura, análisis, conversaciones, encuentros y desencuentros extraje algunas claves, para abordar aquellos interrogantes. A) El contacto permanente con los distintos actores es decisivo para realizar una Vinculación Tecnológica ágil y útil para las PyMEs y Start Up tecnológicos y las instituciones generadoras de conocimiento. B) Se requiere una sólida formación técnica y de gestión para entender los procesos implicados en tal vinculación. C) Es indispensable contar con herramientas certeras de lectura de la realidad –(geo) política, económica, social– que siempre es cambiante, sinuosa e inestable. Desde esta experiencia propongo mi servicio como un puente entre el sector científico, académico, tecnológico, productivo, y comercial para los pequeños y medianos emprendedores tecnológicos, así como para Investigadores del sector público y privado para aceitar vínculos con la producción y del I+D+i.